Fragmento de mi entrada "Diario de tus instintos olvidados".

Y a solas, cada cuerpo compone su réquiem.Un llanto por la mitad perdida. Una lágrima por cada gota de sudor compartida. Una SONRISA por cada risa que inundó la partida.

El acto desesperado de amar lo que no tenemos. El acto desesperado de amar.
Amar desesperados ese acto.
Y desesperados sucumbir al amar.

(Fragmento de mi entrada "Diario de tus instintos olvidados".)

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El calor de la montaña.

Calor. Esa sensación de verte esperando, esperándome. Mientras fumabas un piti.
Sentí calor cuando nada más vernos no me besaste, te quedaste mirándome sin decir nada y me abrazaras con fuerza.
Mientras dejaba que tu olor me recordase lo mucho que te echaba de menos.
Cuando me besaste despacio, casi con cuidado, como si me fuese a romper, mientras sentía tu aliento haciéndome cosquillas en la nariz.
Cuando hasta que no pasó un rato, mi estómago no logró calmarse.
Cuando al viajar en la moto abrazada a ti, me lloraran los ojos del frío, ¿del frío? Del calor. De la montaña, de ti.
Mientra hibernábamos en nuestra madriguera de lobos.
Mientras teníamos cachorros.
Cuando veíamos ese cielo sin ninguna estrella y hablábamos sin parar de nuestras cosas.
Cuando reías a carcajadas por mi torpeza. Cuando reías.
Cuando me quedaba mirándote embelesada como tratabas de sorprenderme con tus dotes culinarias.
Cuando después, después, suspirabas con una sonrisa sin decir nada.
Cuando dormitaba en tu clavícula mientras tarareabas alguna absurda canción de anuncio.

Cuando me LO dices.

Cuando me doy cuenta de que siempre has sabido mis sentimientos mejor que yo misma, porque eres un chulo encantador.
Pero sobre todo, cuando me dijiste que mi primer te quiero no te lo dije con los labios, te lo dije con la mirada.

Y es así, dices que conmigo ves la vida más alegre, pero es contigo con la clase de personas con las que aprendo que querer no es cuando encontramos a la persona perfecta para cada cual, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a alguien imperfecto.

Podremos pasar mucho tiempo separados, podré no decirte ESO muy a menudo, podré serte infiel pero nunca desleal.
Y lo se.
Y se que te quiero porque contigo el más difícil de los besos no es el primero, sino el último.



P.D: Y como toda carta estúpida de amor, escribo empezando sin saber lo que voy a decir, y termino sin saber lo que he dicho.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Sureña

Lo he logrado. He logrado saber porque no escribo nada coherente desde hace unos meses. Es el FRÍO, el frío es lo que me trastorna.
Bueno, más que el frío, la ausencia de Sol.

Ver como busco como un reptil cada rayo de Sol que las vacilantes nubes me regalan.
Como mis ojos se tornan de ese gracioso verde, gracias al Sol en mi iris, a un oscuro que compite con el de mis rizos.
A como dejo de lado mis camisetas que enseñan más de lo que deberían pero justo lo que me gusta. Como mis vaqueritos rotos ya no presentan unas joviales y doradas piernas, sino alguna malla "antifa".
Como mis vestidos de tela fina has dejado de ser un mero instrumento para evitar el escándalo público ante lo bien que me sienta mi propia piel, para pasar a ser una capa más de la cebolla en la que mes estoy convirtiendo.
Como antes al levantar la persiana veía al Sol diciéndome:
-¡Buenos días princesa! Venga, esos cripies, que llegas tarde.
A como ahora, al levantar la persiana, me arrepiento de ello.
Soy sureña está claro. No estaba preparada. Me trastorna. Voy a echar de menos tonterías como:
las tardes de lectura en tu terraza,

estar desnuda a la menor ocasión y a la menor excusa,
esas mañanas en las que solo me despertaba para volver a dormir con el Sol por sábana y la hamaca por cama,

Hasta voy a echar de menos (y el vecino también) ver colgada mi ropa de verano.
El mítico:
- "Mamá pero ¿Tu has visto que día hace para quedarme en casa?"

Pero sobre todo esa estúpida bola de fuego encima de mi cabeza. El calor, summertime... Porque ahora llegas tu, infame Reina del Frío. Pero al final, aunque empezamos con mal pie todos los años, acabamos por llegar a una simbiosis. Yo reconozco que me gusta el wintertime (pero no tanto como...) y tu me regalas de vez en cuando visiones como ésta.
Simbiosis.

Hasta dentro de unos meses Lorenzo, mi sangre sigue caliente. Siempre.








domingo, 28 de noviembre de 2010

ÑA


La amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido.

lunes, 1 de noviembre de 2010

RETO

En la atracción siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón, por tanto, tengo razones de sobra para opinar que esta atracción me ha vuelto loca. Y aun así, siempre me lo dices, y tienes razón, es una locura las cosas que me pasan, y todo por esta maldita atracción a esta maldita locura. Y con razón. Aunque no se qué razón puede haber en esta locura.

sábado, 16 de octubre de 2010

Cantos de sirena

Es curioso como puedes hacer el imbécil.

Cómo crees ver la vida subida al faro más alto, y de repente, eres tu quien está perdida de noche en la mar, buscando ese faro. Y todo por nada. Por divertirme, porque creerme inmortal.

Me he dedicado a sentarme en el trono de mi faro, a regodearme de lo bonitas que son mis escamas al Sol. A que llegue la noche y ponerme a cantar. A ver pasar flotas de barcos por mis costas y hacerles besar la arena de mis orillas. Me he dedicado a bucear a mis anchas, a bucear por los camarotes de marineros lindos, a enredar mi cola de color violeta en el timón del barco del juego de vivir. Y amanece, mi cuerpo cruza como un pestañeo el agua. Vuelvo a mi trono y desde allí observo el CAOS.

Ese que tanto me gusta. Ese de quien soy alumna y discípula.

Pero una mañana amarró en mis costas una barca sencilla, una sola vela. Pero era demasiado pequeña para que mis ojos la vieran, demasiado sencilla para otearla entre tanta fragata encallada en mis playas. Pero la sentía allí, por supuesto, yo siempre se que pasa en toda mi isla. Me dediqué a salir tras cada puesta de Sol. Me dediqué a mirar de vez en cuando por las mañanas a esa barca. Y un día, un barco no encayó, mis cantos no fueron lo bastantes dulces para hacerle virar su rumbo, logré que estuviese viajando en círculos, que su brújula se volviese loca, pero en un resplandor de ojos azules vi su rumbo. ¿Veis por qué no me gustan? Y esa noche fui una hipogrifo enfadada y fea.

No supe nadar, ni bucear, ni siquiera cantar. Volé a mi isla, aterricé como pude y amanecí recostada en esa pequeña barca, protegida del viento con su única vela. No quiero moverme de ahí. De vez en cuando las gaviotas me traen noticias de ese barco, que sabe cual es su destino, pero le está costando llegar. Y eso, ya no es culpa de mis cantos, ya no.

Y ahora, se que estoy haciendo lo correcto.

Pero a veces...

A veces, me pillo mirando mi trono en el faro con deseo, a veces me sorprendo cantando por lo bajo, a veces me descubro mirando al Sol buscando la Luna...

Al fin y al cabo, siempre he sido hija del agua, y cómo tal, nunca podré ser constante como la tierra, nunca podré permanecer como el suelo.

Así que me pregunto si una sirena, por mucho que corra de tu mano por la arena, pierde las escamas para siempre...


P.D: Lo que tenga que venir vendrá de todas formas, así que mientras tanto dediquémonos a vivir.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

3

Y ahora que, después de tanto tiempo, soy tuya y tu eres mío... (Pero sabes que esto que digo es metafórico, yo no tengo dueño, ni nunca lo tendré, se que te molesta y admiras a partes iguales). Ahora, después de tu callar durante tanto tiempo por convenciones sociales absurdas y acordarte con malicia como probaste las fresas del árbol de tu vecino, te ríes. En su momento no te reíste, te llevaste una paliza. Quieres a tu vecino, yo le amé. Ahora él no está. ¿Y tú? Siempre rondando por la verja de mi jardín.
-Buenos días rizitos...
-Deje la sonrisa en la puerta y márchese.

Pero él también está, y deseo sus fresas, de su árbol. Su jardín entero.
Con todas mis tripas.
¿Por qué llega todo a la vez? ¿Por qué no se pueden hablar las cosas? Yo quiero gritarlo al mundo joder, que si, que se puede QUERER/AMAR/DESEAR/GUSTAR a más de una persona a la vez. Y no es malo. Simplemente es más difícil de llevar.
Sobre todo cuando quieres entrar en el jardín con el oficio de granjerA acupado. Yo quiero ser esa granjera. Pero a la vez no salir de tu huerto. Otra noche como esa. Muchas más.

Mi QUERER/AMAR a día 29 de Sept siendo las 19.08 son tuyos.
Pero mi DESEAR/GUSTAR a día 29 de Sept siendo las 19.09 no...

El número 3 es demasiado para una sola cabeza. Y me gusta.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Back To Future

Los hay que se van sin echarles y los hay que vuelven sin llamarles...

Pero no te preocupes por la gente de tu pasado, hay una razón para que no estén en tu futuro.


On the road. Always.


lunes, 23 de agosto de 2010

PIEL DE GALLINA

Reír. Comer a besos. Bronceado de biblioteca. Dos horas para montar una tienda de campaña. Mudarme de casa. Echar de menos. Asquearme de la buena suerte. Estrenar septiembre. Recordarnos retozando en la arena. Arena por doquier. Recoger CIU de noche en bici. Robar una bolsa de chuches en los chinos. Agarraros la mano.

Pillar al del pendiente de madera mirarme las piernas, o mi vestido de cuadros. ¿O mi piel de gallina?

Hacer sonar fuerte mis tacones. Ronronear al Sol. Ser criatura de la noche. Bailar con The Dandy Warhols. Conocer aun más gente.Salir. Deslizarme por las barandillas. Encantada con las bromas telefónicas de mi abuela.Echar de menos cosas que nunca he vivido. Se dice desear. Desear. Volver a veros. Y ya está. Acabarme el bol de helado, yo sola. Dormir desnuda. Cantar en la ducha mientras suena Jet. Que me acaricien la cabeza, que me gusta, que me encanta. Que me beses en la nariz y me hagas cosquillas con la barba. No os la afeitéis. Yo tampoco lo haré. Y volver a reírme más fuerte. Perseguir a las ardillas del bosque de teleco. Lo bien que cantas y tocas la guitarra. Lo bien que bailas break. Lo mucho que molestas, petarda. Y tu también. Oler a mi tortuga, asquerosamente tierna.

Mirar que son las 22.00 y seguimos estudiando. Bueno, mirando el libro. Apoyar mi cabeza en tu hombro mientras le dices: "Tronco, te quiero"; y él te contesta: "No me seas marica", mientras te da un apretón en el hombro con una sonrisa.

Y volar sobre dos ruedas las calles universitarias vacías, excepto por nuestras enormes y orgullosas almas, a las tantas de la noche rumbo a nuestros nidos. Me esperan spaguettis a la carbonara. Ñam.
Y en definitiva dos semanas que parecen no acabar nunca. Con vosotros. En la biblioteca.

Porque... Esto...
¿Qué haríamos si hubiésemos aprobado todo?
Aburrirmos. Seguramente. Seguramente.