¿En que instante?
¿Cuándo el soñar se convierte en utopía? ¿Cuándo los sueños dejan de fluir aportándonos armonía?
A veces pienso que la dimensión humana solo es entendible desde su irremediable surrealismo, a veces cercano a la absurdez y, a veces, tornado en ella.
¿Cuántas acciones son consecuencia del instinto autodestructivo?Camuflado en esperanza por el carácter iluso ese irremediable... ¿por qué si se qué no debería, sigo? Yo se que no debo hacerlo, o que debo, que tengo que hacerlo o que no, y... ¿Por qué soy ilusa? Porque se que se puede vivir así. Se puede vivir soñando. Lo se. Lo hago. Y pensarás que es infantil, pero bueno, otros viven de otras formas, yo escogí la mía.
Porque la ilusión, perenne en quien no asume su derrota y se aferra al grito callado de su voz que afirma: “aun sigues vivo, aun es tu vida”, crea una imagen en el espejo que es la conciencia de uno mismo, siéndole esta existencia ajena.
Imagen que es mero engaño, pero la cual sólo se percibe así al condensarse la vivencia en frustración.
Y me fuerzan a definir la realidad con multitud de ellas, prohibiéndome su trasgresión. Pero yo necesito el contraste y la capacidad de mutar mi propia percepción. Yo se que sólo así alcanzo el descanso de la huida, la profunda respiración. Yo llevo puesto mi sombrero, que me protege de la luz maligna, de lo negativo, y llevo unas gafas, que pegadas a mí, hacen que me de cuenta de que la vida es como yo quiero que sea.
Y la frase "que dura es la vida" · así es la vida" algún negativo se la tuvo que inventar.
Inconformismo. Eso es lo que corre por mis venas.
¿Y por qué huir?
No hay mayor libertad que el hecho de renuncia al deber no satisfactorio, asfixiante… La claridad resulta ser luz de foco, externa, impuesta desde fuera y siempre asumida., siempre aceptada por el rechazo a alternativas que no han sido tan siquiera buscadas.
Sólo al escapar, al actuar ante la pregunta “¿qué quiero hacer con mi vida?” puede encontrarse la verdadera felicidad individual. Pero la decisión, al ser propia, debería conllevar un fin cuyo alcance dependiera exclusivamente de uno mismo, no de una mano ajena que juzgue según su parecer y cuyo veredicto permita o no el acceso al interior del espejo y a la vivencia del sueño en él establecido.
Vivimos inertes por soñar que vivimos.
Sólo se vive verdaderamente cuando la vivencia es aquella que se halla dentro del propio espejo.
Vive. Conmigo. Yo te ensañaré.
Me suena un poco a lo de "la vida es sueño"
ResponderEliminarpero me encanta como comparas la vida de dentro del espejo y la de fuera. En serio me superas. :D