Almas. No me voy a poner metafísica. No voy a entrar en discusión. Yo creo que tenemos alma. De hecho, insisto, LO CREO. Mira que no se muchas cosas, dudo, pero hay unas cuantas en esta vida que se, bueno intuyo, siento, porque yo saber saber no se nada, me guío por mis 5 sentidos, y por los otros 5 también, y me hacen sentir, intuir, que tienes alma. Tú. Todos. Me da igual que religión procesas, o si no sigues ninguna. Todos.
Y hace un par de días te leí. Pusiste dos palabras. Suficientes. Y desde entonces las tengo en la cabeza. Pensándolas. Gracias, aunque te parezca extraño.
Y me pregunto por ese alma gemela que dicen que tenemos. Pero, yo necesito, y no lo digo a priori de saber la respuesta, porque no la se, ¿qué es un alma gemela? Define con tus palabras. Me encanta eso de "define con tus palabras"…
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Vale, me autorespondo...
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... seguramente hablamos de lo mismo. Creo que el término es complementaria. Alma complementaria. Gemela me hace suponer que sería igual, igual que el otro alma en cuestión, pero ¿igual? ¿Hemos pensado la indiscriminación con la que usamos ese término? Y lo bueno, o lo malo, es que es un término transparente, es lo que significa, significa lo que es. Es de esas palabras que te dicen "defínemela", y aunque mentalmente trates de buscar una definición que no contenga ya en sí la palabra, inevitablemente me sale: " ¿Igual? Pues eso, que algo, que dos cosas son igu... digo, que son muy parecidas, que son tan perecidas que son...¡joder!" Y en "joder" no me sale un sinónimo. Un sinónimo que sea igual.
Dos almas gemelas, en sí, me indican dos cosas: que son iguales y que son dos. Con lo primero, es así, pero no estoy de acuerdo, creo... Me explico. ¿Iguales? Es bonito, sí. No puedo negarlo, llegar a ese punto en que dos personas se conocen así... Pero, que te conozca tanto, tanto que llegue un momento en que yo me preguntaría... ¿Dónde está ese margen de error que tanto me gusta? ¿Dónde está la improvisación? El mirar a esa persona, pasado un tiempo, y que tu creías que ya la conocías (suponiendo que se pueda llegar a conocer a alguien del todo, lo cual dudo también, yo soy más de pasarme una vida conociéndola), con admiración porque ha hecho algo que no te esperabas, que la otra persona cada día te sorprenda con algo, bueno o malo, discutir. Sonreír estupefacta, sorprendida. Echaría de menos discutir. Y no en el sentido estricto de la palabra, que yo soy de discutir cero, pero quiero decir, tonterías. Enfadarse. Reconciliarse. Diferencia. Atracción. Complementariedad. Entendimiento. Osease, que me tenga intrigada, hasta el final. Que no sepa las cosas. Que no esté segura de que es ella. Que lo sospeche. Que lo sienta. Que lo intuya. Que no lo sepa nunca. Nunca, hasta el final. Y al final, saberlo. Y que aun así, a pesar de la intuición, sorprenderme de nuevo. Laberinto de emociones.
Y se que lo que estás pensando, que todo eso lo pueden hacer las almas gemelas. Argh. Y me sacarías un superargumento, y yo te daría la razón, y te preguntarás por qué, porque es tuya, y eso me basta, con estas cosas no hay una verdad modelo. Cada uno tenemos nuestra verdad. ¿Verdad con Z? Y basta con que sea tu verdad. Y la mía, creo, insisto, es que lo de la palabra gemela no me gusta. Igual que no me gustaría tener una gemela. Más rizos en el cepillo por la mañana.
¡Ah! Se me olvidaba lo otro que me inspira, el "dos". Decir almas gemelas, hace que frunza el ceño. En el fondo, todo lo que he dicho hasta ahora me hace fruncir el ceño, de miedo. ¿Solo dos? eso da muchos problemas. ¿Y qué pasa si tu alma gemela ha nacido en otra ciudad? ¿En otro país? ¿Que pasaría? Siendo probabilística, más de la mitad de la gente no la conocería nunca. Que triste... La situación espaciotemporal. Bueno, del tiempo no voy hablar. Así que me centraré en el presente, que es lo único que me importa del tiempo. Voy a centrarme en el espacio. Y si tu alma gemela vive, yo que se, ¿Islandia? por poner un ejemplo realista... Que no está en tu entorno, vamos. Y no lo sabes, ¿cómo diablos quieres saberlo? No puedes. Olvídalo. Y como no lo sabemos suponemos, nos autoconvencermos insconscientemente, de que está aquí. me parece bien. Solo faltaba que nos rayásemos con eso. Ni hablar.
De hecho, si no está aquí, lo estará. O por contra, tu llegarás a estar es su "aquí". Si no estamos ya.
Seguimos. Así que ¿qué hacemos con la barrera del espacio? Destruirla, obviamente. Pero ¿cómo? ¿cómo haremos para encontrarnos con ella? ¿Buscándola? No. Vuelves a precipitarte. Dejando que aparezca. Que te encuentre. Que espontáneamente te encuentre. Aparecerá. Para eso es ESE alma, ¿no? Si de verdad es ese alma, pasará que a medida el tiempo sea más grande el espacio que os separa sea más pequeño, tu estás con cierta gente por afinidad, porque te encuentras a gusto con ellas, estás en unas movidas porque forman parte de tí, vas a ciertos sitios porque te llaman la atención, estudias una cosa, y no otra, porque es lo que te gusta, o al menos de lo que más te gusta, pues al final, necesariamente, los grupos se irán acercando. ESE alma también, vendrá sola, sin saberlo, se me ocurren mil ejemplos de cómo acabarían encontrándose, ninguno lo suficientemente suficiente como para ponerlo aquí. e ahí la solución para los que tengan a su alma gemela/complementaria lejos. Sonrían.
Acabarán por chocarse.
En el vagón de algún tren.
Asegúrate de llevar sugus de colores en los bolsillos. Me encantan los sugus.
Ahora, con los que la tienen acá. Lo más importante. ¿Qué pasa si crees que la has encontrado? Si estás convencido de ello. Pero ESE alma parece no haberse inmutado contigo. ¿Suponemos que se dará cuenta? Pero estamos convencidos de que es ella ¿Por qué cojones no me grita? Espera, no me ha visto. Ahora... Jumm. Todo sigue igual. ¿Qué hago? ¿Sufrir? Puede que sí. Sí. Es lo más probable. Porque si suponemos que solo hay una, y crees haberla encontrado, pero ella parece no haberse dado cuenta debe ser frustrante. De hecho, es muy frustrante. Pero, de verdad ¿qué hago? Lo mismo estoy equivocada, no te digo que no. Pero para eso está la intuición, la sospecha. Y yo me fio bastante de mí. Me conozco. Pero ¡joder! Si es mi gemela, dado que yo por tanto lo soy de ella, ella también debería percatarse, ¿no? ¿NO? Pero no lo hace. Entonces… ¿Estoy equivocada? ¿Es eso?
Sin embargo, tomemos el término complementaria. Me inspira dos cosas también: piezas de puzzle, indeterminación indeterminada. ¿Qué es algo coplementario? Algo que encaja, que sencillamente, suavemente, se desliza sin esfuerzo y encaja. Con lo que tenga que encajar, por supuesto. Tan sencillo como un puzzle. Hace mucho que no hago un puzzle, ahora que lo pienso. Este finde. Pero esta vez ese de 1500 piezas. El de la foto de un parque.
Sencillo. Un alma que llega a calmarte. Complementarte. Hacerte sentir que no estás solo, nunca lo estamos en realidad, míranos; que todo lo que te falta, ella lo tiene, aunque no lo sabe; lo que careces, lo pone; lo que fallas, te lo quiere; lo que dejas en blanco, ella lo pinta; donde tu pones un punto, ella añade dos más. No lo sabes. No sabes que es ella. Puedes sospecharlo. Miedo. Por supuesto. Es tu pieza de puzzle. Y no lo vas a saber. Hasta el final. Es lo malo de este término. ¿Eres paciente? Yo no, y eso no es bueno. Eso es lo que me gusta de lo complementario. Que al principio no encaja. Insisto, como la pieza, la miras y piensas, “azul, azul antipático =P, puede ser de una parte del cielo. Ah, pues no. Es del reflejo del cielo en el lago. Este puzzle del parque me está estresando.” ¿Y qué más da? No somos perfectos. Y eso me gusta. Pero al final te das cuenta de donde va la pieza. Al final acabará por encajar. Tal vez no donde tu pensabas, pero en algún sitio encajará. Me divierte. Definitely maybe.
G U A U!
ResponderEliminarquién será el nota que te ha hecho que
te hagas esta gran reflexión de las almas gemelas!
yo en las almas gemalas,hoy en día,no
creo que existen
Sabía que te iba a gustar más que escibiese a que te dejase un comentario ingenioso.
ResponderEliminar;D
Hablemos pues en celular.