Fragmento de mi entrada "Diario de tus instintos olvidados".

Y a solas, cada cuerpo compone su réquiem.Un llanto por la mitad perdida. Una lágrima por cada gota de sudor compartida. Una SONRISA por cada risa que inundó la partida.

El acto desesperado de amar lo que no tenemos. El acto desesperado de amar.
Amar desesperados ese acto.
Y desesperados sucumbir al amar.

(Fragmento de mi entrada "Diario de tus instintos olvidados".)

miércoles, 2 de junio de 2010

Loba esteparia atrapada en una tela de araña.


" No se cómo es esto, pero yo, el lobo estepario sin hogar, el enemigo solitario del mundo de la pequeña burguesía, yo vivo siempre en verdaderas casas burguesas".
El lobo estepario. Hermann Hesse.

No hay mejor frase que resuma ahora mismo mis continuos diálogos con mi loba esteparia interior. No es que haya 2 personas en mí, ni siquiera dialogo realmente, pero es esa sensación de tener 2 lobas ocupando las 2 mitades de mi cuerpo continuamente. Aunque una de ellas suele pasarse el tiempo dormida, es mejor así. Pero hace poco se despertó y me está volviendo loca. Y quizás es porque tiene razón. No es que yo sea mejor con ella hibernando en mi interior, simplemente prefiero no sacar a pasearla mucho tiempo, pues solo entiende de inconformismo y de dialectos de locos. Genios. Y como dice el dicho, somos pocos.

Maldita rutina, Maldita autosatisfacción. Hay épocas que pasan sumamente rápido justamente porque las pasas haciendo un montón de cosas y no te paras a preguntar la hora. Y cuando la sabes, una sonrisa de felicidad adorna tu cara, "vaya, que rápido se me ha pasado", aunque la frase debería ser "vaya, qué bien me lo he pasado", el tiempo ha sido el mismo para ti que para mí, solo que yo lo he exprimido mejor.

El zumo de la vida lo quiero agridulce por favor.

Y no me gusta. No me gusta este sensación que nos embarga de comodidad, de conformismo, de rutina aceptada. Como una maldita tela de araña donde hemos aprendido a tumbarnos, cuando deberíamos tratar de escapar de ella. Pero, lo que más me molesta de todo, es que bailo en esa atmósfera yo también, yo, que he dejado que esa tela de araña me envuelva (oponiendo resistencia a pesar de todo), yo, enemiga férrea de todo eso, abanderada de alzar banderas, yo, inconformista con el conformismo, yo, acabo dejando que todo ello se siente sobre mis hombros y cargo con ello.
Pero acaba ahogándome.

¿Dónde quedó ese espíritu de revolución?
¿Dónde hemos dejado las ansias de luchar?
¿Dónde está el espíritu de intentar cambiar las cosas que hay que cambiar?
¿Dónde nos olvidamos las ganas?

Se que está muy bien llegar a casa y solo tener que abrir la nevera para acallar los rugidos de mi tripa, irme a la cama para acallar los gemidos de mis ojos cansados, leerme un buen libro de aventuras para acallar los aullidos de ansia de sabiduría... Pero hoy me doy cuenta que no es eso, es mi loba esteparia, que me ruge que me busque yo la comida, que me gime para que mis ojos se cansen por a ver visto miles de cosas, que me aúlla para que sea yo la que viva las aventuras. Y luego las escriba.

Lo que pasa es que, como cuenta la vieja leyenda que una vez me narró un amigo en ese camping, tenemos dos lobos dentro, llámalos "bueno" a uno, "malo" a otro, como quieras (aunque te equivocas, ya te lo digo), pero...
-¿Quién ganará dentro de la jaula de mi alma?
-A la que mejor alimentes.

Y hasta ahora parece que ha sido más grande el conformista, pero no gracias a mí, por mí se moría de hambre, sino por esta atmósfera que me ahoga a la otra loba. Maldita loba amiga de las rañas. Pero se tiene que terminar, prohibiré a la loba grande que mire con suficiencia a la esteparia, la que cada vez está más fuerte. Ella solo quiere la verdad. Pienso alimentarla mejor. La rascaré detrás de las orejas cada día, dejaré que me susurre al oído, dejaré que se recueste conmigo a la hora de la siesta. Pero no me dejaré engañar tampoco por su encanto revolucionario, necesito a la otra loba también, necesito a la otra mitad de mí, no puedo separarlas, no tienen donde ir, soy yo. Yo soy ellas. Con las dos, sin las dos. ME.

Me ahogo si todos los días no me chuto algo de vida para corroborar que así es. Pero necesito hacerlo para que ambas no discutan. Cualquier cosa que me salve de la rutina. No puedo estar mucho tiempo sin hacer locuras, porque me ahogo. Insisto. Y en locuras pensar lo que queráis. Cualquier cosa que se os ocurra. Necesito sentir sobre mí: culpabilidad, irresponsabilidad, adrenalina, miedo, temeridad, vergüenza, locura... Necesito sentirme viva para corroborar que así es. Y si esa es la única manera que se, cállate. Que tu silencio sea mi agitada respiración.

Así que, voy hacerlo de la mejor manera que se: A la mía. Porque de otra manera estaría enredada de nuevo en la maldita tela de araña, y tengo constancia de que los lobos necesitan una estepa enorme para correr. Pienso correr muy rápido. Se que no es la mejor fecha para que se despierte mi loba esteparia, pero hay cosas que se escapan a mi control. Y eso me gusta. Y porque, como dice una chica "guapa y sabia" que yo conozco: hay que ser madura, y hacer lo que te de la gana.

No trates de amarrarme, de controlarme, de dominarme... soy yo quién elige como equivocarme.

ALWAYS BRAVEHEART


QUIZÁS POR ESO NUNCA LLEVO RELOJ...

3 comentarios:

  1. wauuuu...una entrada muy intensa. mientras la leía, yo misma me he sentido como en medio de esa lucha de lobas.
    gracias por mencionarme de esa manera tan sutil.
    hay épocas muy revolucionarias..y junio universitario no debería serlo pero es, quizás, lo más revolucionario de todo nuestro año!peor mola terminar así
    es necesario
    y porfavor, nunca conformismo
    para conseguirlo, nunca dejes de luchar por lo que quieres y piensas.
    aunque a veces no lo consigas y aunque a veces no te comprendan
    cuando uno hace las cosas BIEN al final siempre salen bien

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  2. Que grande pequeña sonrisa de amèlie, que energía.

    Llevo media hora delante de tu entrada leyendola y leyendola con mis manos y con mis labios. Saboreandola. Porque es muy buena.

    Me ha encantada y saca esa pequeña loba a pasear, que no gane siempre no significa que no sepa gruñir y defender su territorio.
    No te dejes llevar, no olvides lo que verdaderamente te da la vida.

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  3. Hay voces dentro de nosotros imposibles de acallar. Últimamente a mi puerta llama la del conformismo. No es tiempo de verano.

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