Fragmento de mi entrada "Diario de tus instintos olvidados".

Y a solas, cada cuerpo compone su réquiem.Un llanto por la mitad perdida. Una lágrima por cada gota de sudor compartida. Una SONRISA por cada risa que inundó la partida.

El acto desesperado de amar lo que no tenemos. El acto desesperado de amar.
Amar desesperados ese acto.
Y desesperados sucumbir al amar.

(Fragmento de mi entrada "Diario de tus instintos olvidados".)

sábado, 29 de mayo de 2010

¿Qué cojones me pasa? I´m on fire

No logro moverme de la ventana. Estoy desnuda (por fuera también), hace algo de frío, tengo la frente apoyada en el ventanal de mi salón y hago baho con mi aliento; me enfurece como crece, y a medida que me enfurezco, más aliento sale. Eso me enfurece aun más.
Me aparto acobardada por la metáfora que acabo de ver.

¿Qué cojones me pasa? ¿Desde cuándo? ¿Qué pretendo? No logro centrarme. Mi aliento me empaña la vista, el fuego me nubla la razón.

Siempre una pasional bajo la forma de una felina distante, oculta entre la maleza y, de vez en cuando, saltando del escondite. Pero ahora... no hago más que correr desenfrenada. Dejando atrás a la manada en mi carrera, todos los animales miran. Juzgándome y deseándome a partes iguales. No voy a mentirte, me preocupan ciertas opiniones, el resto correría aun más solo para no oírlas, y el resto las destriparía con mis fauces. Cierro los ojos y siento, por la zona de mis costillas, ese fuego. Que no me deja pensar bien.
Que paradojicamente, enfría aun más mi sangre fría.

Quizás sea eso. Que a medida que corro, a medida que dejo que este fuego me consuma, que mi razón no me sirva de nada... mi sangre fría se hiele por momentos. Como una leona tallada en escarcha y que, sentada en la roca más alta de la sabana, con los ojos entrecerrados, mira desafiante al Sol que se pone, para dar lugar a la noche, su/mi territorio.

"I´M ON FIRE"

Siento que cada vez hay más oportunidades, y debería ser suficientemente suficiente para dejarlas pasar. Pero mi sangre fría me lo impide y el fuego me empuja.

Tengo una visión, y soy yo, en la azotea de un rascacielos, en lo más alto, en el borde, disfrutando de una noche de tormenta, lluvia y viento, se que no me voy a caer, las llamas me envuelven el cuerpo entero, pero no parecen querer matarme, sino a tí. Y caes en mi trampa, pero ves como en la espalda me nacen unas alas negras, nunca me alcanzarás, pero no puedes evitar creer en ello. Y eso me divierte.

Vuelvo a la ventana y la golpeo donde aun quedan restos de mi aliento. El Sol ya ha salido y juega con mis rizos del color del... fuego. Hay una rendija abierta y entra el viento, juega con mi pelo, moviéndolo como si fueran... llamas. Me alejo.

La ventana no es buen sitio para desnublar la razón.
Pero es el único sitio donde puedo tratar de calentar mi sangre.
Es el único sitio donde puedo esperar la lluvia necesaria para apagar estas llamas que me envuelven.
Es el único jodido sitio donde podría caerme un rayo para romper estas alas negras que me nacen de la espalda.







3 comentarios:

  1. pedazo de texto...

    pues estar así,y más en esta época,
    es duro de llevar.
    Intenta salir de ello y sonreir!



































    mencantas!

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  2. Llevo media hora intentando comentarte...

    Menuda entrada! QUE GRANDE! You are on fire, dancing on fire.

    Que buena, pero no me extraña, de ti no.

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  3. a mi tampoco me extraña¡¡ fantastico todo el juego con el fuego, las llamas y el frio... fantastico¡¡¡

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